El nuevo gobierno democrático, que recibirá una Nicaragua en circunstancias de conflictividad social y de precariedad económica e institucional, debe atender esas necesidades de la gente de manera urgente, pero mediante políticas sostenibles y trabajando de la mano con todos los sectores sociales y económicos, que también deben asumir como propias las prioridades nacionales.
Esa construcción de prioridades nacionales debe iniciarse en el Programa de Gobierno, que es el resumen de los compromisos puntuales que el nuevo gobierno asume con todos los ciudadanos y, más que una lista de deseos, es un plan de trabajo que debe ser cumplido.
¡El Programa de Gobierno es el plan de trabajo para que empecemos a construir la Nicaragua que queremos!
Aunque sea una tarea difícil, juntos vamos a derrotar cívicamente a esta dictadura el próximo 7 de noviembre. ¡Pero tener elecciones libres y ganarlas es sólo el comienzo! Porque transitar de la Nicaragua que tenemos a la Nicaragua que queremos va a requerir mucho trabajo,
Los nicaragüenses estamos claros de la Nicaragua que queremos, pero no basta con desearla ni describirla, el reto es saber cómo llegar a ella, mediante acciones concretas que debemos realizar juntos los ciudadanos y el nuevo gobierno democrático.
¡Por eso necesitamos un buen Programa de Gobierno!
Un buen Programa de Gobierno debe estar basado en la verdad de lo que se quiere y se puede hacer desde el gobierno, durante los próximos cinco años, para contribuir a solucionar los problemas nacionales con el necesario consenso de todos los sectores de la sociedad.
Un buen Programa de Gobierno, como el que nos merecemos los nicaragüenses, se mide por sus objetivos y por la posibilidad real de cumplirlos mediante acciones concretas, no se mide por la generosidad de sus propuestas, ni por contener la enumeración de todas las justas demandas de cada sector social, ni de todas las funciones que por su propia naturaleza la corresponde cumplir al Estado.
A partir del 10 de enero de 2022, vamos a recuperar la libertad, pero tenemos que empezar a construir las bases de una sociedad próspera y democrática, con instituciones sólidas que ayuden a mejorar nuestra calidad de vida y eviten que en el futuro vuelva a surgir otra dictadura.
¡Los constructores somos todos!
Porque esta tarea sólo puede realizarse trabajando juntos el gobierno, los ciudadanos, los sectores sociales y económicos, aportando cada uno desde nuestra propia experiencia, cooperando, escuchándonos, exigiendo nuestros derechos, pero también cumpliendo nuestras responsabilidades.
¡El tiempo es limitado!
Porque el próximo gobierno democrático tendrá un mandato de cinco años y sólo los dictadores proponen eternizarse en el poder para cumplir sus promesas. Por eso, en los próximos cinco años debemos alcanzar logros concretos mejorando la calidad de vida de los nicaragüenses y construyendo instituciones democráticas firmes, para que la transición a la democracia sea irreversible.
¡Los recursos nacionales son limitados!
Porque tendremos una economía semi destruida y recursos estatales agotados por más de una década de mala administración, abuso y corrupción.
¡Los recursos políticos y sociales son limitados!
Porque llevamos más de un siglo de política tradicional hecha a espaldas de la gente y la sociedad nicaragüense está dolida y dividida, urgiendo una reconciliación nacional basada en la justicia y en la verdad, que nos permita caminar juntos, viéndonos a la cara y con una meta común.
¡Los recursos de cooperación internacional también son limitados!
Porque muchas regiones del mundo requieren apoyo internacional urgente en un contexto de recesión mundial y sin haber superado la crisis sanitaria del COVID 19.
¡Pero lo vamos a lograr!
Y todo comienza por el Programa de Gobierno.